Con el antifaz en los ojos no podía ver así que usé mi visión de rayos “X”. Pero miré muy a través de las cosas y no vi tres paredes que estaban en el medio y me las lleve por delante y las rompí.
Pero volví a mirar y llegue justo, justo para salvar a Arturo de ser atropellado por un camión. ¿Qué hubiese sido de ese pobre gatito si yo no hubiera mirado dos veces?
Así que les doy un consejo: no siempre lo que uno ve es lo que realmente pasa. Por eso hay que preguntar antes de ponerse tristes.
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